Curiosamente, estoy de baja pero tengo menos tiempo que nunca.
He tenído una época de muchos médicos, cambios en rehabilitación y obligaciones, con lo que he ido descuidando el blog.
Prometo hacer propósito de enmienda y ponerme las pilas en algún momento.
Total, hay proyectos del blog que quería hacer desde hace tiempo y he ido dejando poco a poco.
También os insto a que me contéis vuestras propias experiencias buscando trabajo, que seguro que no acaparo yo todas las surealistas y que también os han pasado cosas raras.
Bueno, pues eso, que espero estar a la altura de mis fans.
Un abrazo
Imprescindible ver el post inicial aquí.
Tras leeros mi salida de la empresa, pensaréis que haciendo ésto, me había enfrentado a la empresa y ya estaba a malas con ellos, ¿verdad?
Yo también lo creí. Les había amenazado con denunciarles, les había sacado dinerito con trucos (que eso jode mucho) y les había costado bastante dinero.
Pues bien, a la semana de mi salida me llamaron desde allí para ofrecerme trabajo.
Es lo bueno de las cárnica: Deshumanizan tanto a los recursos que les da igual cómo hayas salido (siempre y cuando hagas bien tu trabajo y no des problemas al cliente).
La conversación telefónica (tras su presentación y mis segundos de asombro por ver que me llamaban) fue así:
-¿Estás interesado?
-Si
-Por cuanto dinero
-Por X (como un 50% más que lo que cobraba con ellos)
-Uy… ¿no podría ser un 5% menos?
-Venga, vale (en serio, se me escapó una carcajada por racanearme de una forma tan miserable, sobre todo después de sobrarme tanto con el dinero)
A la media hora me volvieron a llamar:
-Oye, que no, tendría que ser por lo que cobrabas antes
-Entonces no me interesa, lo siendo
-Vale, pero si te llamamos más adelante puedes seguir interesado, ¿verdad?
-Si no estoy trabajando, obviamente.
No me volvieron a llamar, pero la explicación es que la empresa acabó desapareciendo a los pocos meses.
Por otro lado: NORMAL. Haciendo las cosas como las hacían…
Imprescindible ver el post anterior aquí.
Llegó el día en que tenía que ir a mi empresa a firmar mi salida.
Así que fuí al trabajo y me llevó a su despacho una mujer a la que no había visto en mi vida, pero que por lo visto hacía de «ejecutivo ejecutor» para despedir a la gente.
Le dije que quería estar lo suficiente hasta el año. Me cogería vacaciones esos días y cuando llegase al año, me podrían despedir. Al haber disfrutado vacaciones no acumuladas, me pagarían menos en el finiquito (aunque no tanto para compensarles mi sueldo de esas dos semanas).
En plata: quería que perdiesen dinero, ya que tendrían que pagar durante un mes más mi sueldo y mi seguridad social.
Ella dijo que era imposible (me lo imaginaba).
Me marqué un bluf: Le saqué el contrato mercantil.
-Mira, no quería tener que recurrir a ésto, pero según este papel se puede deducir que me tenéis que pagar 3.000€
-Hombre, Carlos, el contrato se refería a que eras tú a nosotros.
-Si, si. Pero eso no queda claro y bien reflejado. Se puede deducir lo que digo yo.
-Ya pero el «espíritu del contrato» dice lo otro.
-Mira, he hablado en Indra con el sindicato. Habéis despedido a media plantilla y seguro que C.C.O.O. está deseando cogeros por donde sea para machacaros. A mí me saldría por 30€ el abogado. ¿cuánto os costaría a vosotros?
La mujer con la que hablaba se metió en una sala para hablar con otra gente.
A los 5 minutos salió: Accedían a mi petición. Haría el año en la empresa.
Decir que también me aproveché de que tras haber despedido a mucha gente y haber tenido varias denuncias, estaban dispuestos a bastante para ahorrarse más abogados, porque llevaban una racha bastante mala.
Como tenían ganas de perderme de vista, firmamos los papeles de salida con fecha CASI UN MES POSTERIOR a la fecha actual. A mi me daba igual y así me ahorraba volver.
Aunque todo puede parecer cerrado, esto tiene un epílogo que me dejó de piedra. El próximo día cuento el final de mi historia con la empresa más penosa del mundo.
Continua aquí