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Baja:
- S. Dícese del periodo de tiempo en que un trabajador no asiste al trabajo por motivo de enfermedad o accidente.
Explicación:
Hay momentos en que uno está bastante estresado en el trabajo y le apetecería estar de baja una temporadita para descansar.
De lo que uno no es consciente es del hecho de que la baja no son vacaciones. Es un tiempo que estará en casa, sin nada que hacer y en que su trabajo se irá acumulando poco a poco en la mesa. Al final, el aburrimiento lleva casi a suplicar al médico que te den el alta.
Como curiosidad, decir que estuve involucrado en la aplicación delta de bajas de trabajadores. Si te metes en el enlace: Ya sé que es horrible. Ya lo hice notar en su momento.
A veces me dan ganas de usar mis password y certificados de administrador de cuando estuve en el proyecto, para garantizarme una baja indefinida y vivir del cuento.
Pero pasa lo de siempre, se basan en que los programadores somos unos acojonados que no usamos nuestros conocimientos en beneficio propio.
Los malditos cabrones tienen razón.
Muy triste, si.
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Experiencia:
- S. Dícese de los conocimientos adquiridos durante trabajos previos que se usan como base para obtener futuros trabajos.
Explicación:
En teoría la experiencia es algo que hace que vayamos afinando nuestra dedicación, centrándonos cada vez más en un puesto concreto.
En realidad, la experiencia que acaba valorándose es la obtenida por llevar muchos años trabajando y conociendo entornos laborales.
Con los años he ido descubriendo que cada 2-3 años se acaba cambiando radicalmente de orientación laboral, con lo que en realidad, la experiencia se resetea cada 2.5 años.
Muy triste, si.
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Currículum:
- S. Antiguamente pedazo de papel y actualmente, documento de Microsoft Word (o de open ofice si has mandado al carajo el office) donde descubres que 5 años de carrera, un master de 3.000€ y cuatro años de experiencia ocupan solo seis líneas de texto.
Explicación:
El Curriculum Vitae es tu carta de presentación ante alguien que nunca te ha visto.
Si pones cosas que son falsas, te pillarán en un renuncio y no te cogerán.
Si solo pones lo que es verdad, creerán que es menos de lo que has puesto, porque suponen que todos exageran en el C.V. y al verlo demasiado escaso, no te cogerán.
Si lo haces anodino no destacará y no te cogerán.
Si te lo curras y lo haces original, creerán que eres un friky y no te cogerán.
Mi consejo: Que seas hijo del director general o en su defecto, estés liado/a con su hijo/a.
Muy triste, si.
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Puntualidad:
- adj. Algo que es imposible tener a la vez con la empresa en la que trabajas y con la empresa donde quieres hacer la entrevista: O sales antes del curro o llegas tarde al nuevo.
Explicación:
Una de las razones que me dan pereza de empezar a concertar entrevistas es que compaginarlas con el trabajo acaba siendo estresante.
Uno sale del trabajo a la hora habitual y tiene que estar en la otra punta de Madrid en cosa de una hora, como mucho.
El resultado es que hay gente esperándote, mirando el reloj para irse a casa ya que está haciendo tiempo para que tu llegues, mientras que tú estás con la lengua por fuera, malponiéndote la corbata (nunca he tenido que trabajar con corbata, pero en casi todas las entrevistas la llevo) y sabiendo con certeza que 10 minutos tarde no te los quita ni Dios.
Vamos, que empiezas ya con buen pie la entrevista: nervioso, sudando y con el entrevistador de mala leche por el retraso.
Muy triste, si.
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Reunión:
- m. Palabra mágica que hace que los jefes piensen en la resolución de un problema y el resto de empleados, que van a perder la tarde y se van a retrasar más en los plazos.
Explicación:
Cada vez que escucho la palabra reunión me echo a temblar.
Por definición, en una reunión se junta a un mínimo de 5 personas para tratar temas que nunca interesan a más de 3 personas a la vez, con lo cual, casi la mitad de la gente estará haciendo dibujitos, dormida o ambas cosas dependiendo del día (yo soy de éste último grupo).
El record absoluto de reuniones absurdas, lo tuve en el «Big Brown«, el proyecto con peor pinta con el que me he encontrado en mi vida, y en gran parte responsable de mi marcha de la empresa donde estaba.
En este proyecto se decidió seguir la metodología scrumb. Ojo: No confundir con scumm, esa maravilla que nos ha alegrado la existencia en alguna ocasión.
La gracia era una reunión diaria hablando de que no había que perder el tiempo porque el proyecto iba mal. A grandes rasgos, era así de estúpido.
Para que no fuese una pérdida absoluta de tiempo, yo llevaba galletas de chocolate o gominolas. 100% verídico.
Muy triste, si.
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Plazo:
- m. Cantidad simbólica de tiempo utilizada para presionar a un equipo para que haga horas extra y además se sienta culpable por no trabajar lo suficiente.
Explicación:
Un plazo es la fecha límite de entrega de un proyecto.
Lo lógico para determinar un plazo sería explicarle al jefe de proyecto el alcance del mismo, qué cosas se van a querer, de cuánta gente va a disponer y la experiencia de éstos. Con estos datos, podría calcular cuánto se va a tardar en el desarrollo.
Por lo general, todo se limita a un vendedor de la empresa que para conseguir que le otorguen el proyecto y llevarse su variable, vende imposibles.
Después, el comercial se va dedicando a presionar al gerente para que presione al jefe de proyecto, quien a su vez mete caña a lo bestia a los programadores.
Hay jefes de proyecto más astutos que esto, y se dedican a ganarse al cliente invitándole a comidas (y cosas peores, como otro tipo de comidas) en vez de intentar cumplir los plazos. Por lo general, funciona.
Muy triste, si.
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Brown Eater:
- m. Dícese de la persona que por lo general suele acabar siendo el responsable de los proyectos más problemáticos o marrones.
Explicación:
Cualquiera que haya vivido mínimamente cerca de una empresa cárnica conocerá el manual «Marrones, qué son y cómo evitarlos«. (meto el link dirécto a google, porque hay millones de versiones).
Un brown eater es aquel personajillo que cada vez que aparece algo con mala pinta en la empresa, se le acaba encasquetando a él.
Es curioso ver cómo sólo se le avecinan marrones a la gente que es buena en su trabajo (Véase también: Ventajas de ser un incompetente).
El término está tan aceptado que incluso hay camisetas conmemorativas.
Como anécdota ejemplo:
Una compañera mía estaba asignada a un proyecto que tenía muy mala pinta. Dijo la frase «Solo falta que entre Carlos Durán en el proyecto para confirmar que efectivamente es un marrón».
Efectivamente, me habían asignado esa mañana.
Muy triste, si.
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Putilla:
- f. Persona (habitualmente comercial) que trata con empresas finales para cesión de trabajadores (o tráfico de carne).
(ver también Cárnica)
Explicación:
Conocí el término a traves de una historieta de Manel Fontdevila.
Un putilla se reconoce invariablemente por una cosa: Está trajeado y te da la mano desde arriba.
Es una gilipollez, ok. Pero te obliga a flexionar un poco las piernas, hacerle una ligera reverencia, estar en una postura incómoda… deben de haber leído TODOS el mismo puto libro de psicología barata, porque son legión.
Es un tipo que vendería a su madre por un 5% de su variable… de no ser porque de pequeño ya la vendió por dos cromos de futbol.
Así que ni digamos lo que somos para él… por si alguien dudaba: CARNE!!!!!
Durante mi cesión a Vodafone, se dió el caso de que le puse diréctamente a nuestro jefe/responsable el apodo de «El Putilla». Lástima no tener una foto para postearla.
Esta gente va de simpática, aunque a los 15 minutos de bromear contigo del culo de tus compañeras (normalmente, bromas con poca gracia y SIEMPRE sobre sexo y chicas jóvenes), te puede decir «Prescindimos de tus servicios«.
Está escrito que en la próxima vida se reencarnarán en cucarachas, como los porteros de discoteca.
Muy triste, si.
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Cárnica:
- f. Empresa dedicada al outsorcing. Es decir, a la cesión de trabajadores a otra empresa para prestar servicios.
Charcutera:
- f. Empresa cárnica que han demostrado tratar muy mal al trabajador o ser muy cutres.
Explicación:
Para cualquiera habituado a trabajar en empresas relacionadas con la informática, estará acostumbrado a esta terminología.
Todo viene del concepto de «venta de carne«. Los programadores somos «carne» para vender.
Por lo general, las empresas nos ceden al cliente final y se olvidan de nosotros hasta el día en que nos cambian de sitio.
Al llegar la navidad y ver cómo toda la gente tiene regalo en la empresa en que trabajas y tú no porque no eres trabajador directo suyo, te da algo de pena.
Cuando ves que tu empresa no te da ni un vasito de agua porque las chuletas no merecen nada (eres CARNE, te recuerdo), lo que sientes es vergüenza. Y no solo ajena:
-Coño, Carlos, ¿no os dan cesta?
-Ehhh, si, nos dan un par de botellitas de vino, pero tendríamos que ir a la oficina central a recogerlas y no me gusta, así que paso.
Muy triste, si.
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Hacer un Garay:
- tr. Irse de un lugar sin previo aviso. Despedirse «a la francesa».
Explicación:
En mi actual empresa, se dio un caso record:
Una persona entró en un puesto de responsabilidad y antes de cumplir la semana se fue !!!! (le llamaron de otra empresa, no es que le hiciésemos moving los compañeros)
Además, no se despidió de la gente. Fue un «Garay se ha ido».
Tras un par de bromas, el «hacer un Garay» se fue imponiendo como sinónimo de irse de un sitio sin despedirse
Desde entonces, estamos concienciados de querer normalizar el término para que sea de uso común. ¡¡¡¡UNETE A NOSOTROS!!!!
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