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Primera entrevista en el bar

By , 13 julio, 2010

Ya os conté mi segunda entrevista en el bar.
Al menos, ésta fue en un bar «pijo». Era el bar/cafetería de un NH del centro de Madrid.
Eso significaba buenos sillones, ambiente selecto y música agradable de fondo.
Está a mil años luz de mi PRIMERA ENTREVISTA EN UN BAR.

Había hecho la entrevista en el colegio de abogados el día anterior.
Y me llamaron para concertar una nueva entrevista:
-¿Puedes venir hoy mismo a que te entreviste?
-Si, sin problemas. Lo que tarde en llegar. ¿Cual es vuestra dirección?
-Es que… verás: Como soy comercial, normalmente ni aparezco por la oficina. Si quieres, voy a Fuenlabrada y te entrevisto en una cafetería
Me extrañó un poco, pero tal y como lo contó, parecía lógico.
-Muy bien. ¿Qué conoces de Fuenlabrada?
-Lo único que conozco de la zona sur es el Corte Inglés de Alcorcón.
Como no quería estar horas jugando al ratón y al gato, quedé con él en la puerta de el Corte Inglés de Alcorcón.
Confié en que me reconociera por ir con traje (si, en esta época aún llevaba traje a las entrevistas).

Al final, apareció y nos pusimos a buscar una cafetería.
Era en verano y hacía mucho calor. Y ahí tenías a dos personas que no conocían la zona, buscando una cafetería.
No, no se nos ocurrió meternos en la del propio Corte Inglés.

Al final, vimos desde fuera un sitio que parecía una cafetería bonita y elegante, así que nos metimos.
La parroquia que había consistía en dos hombre entre los 40 y los 60, vestidos con ropa vieja y complétamente borrachos, insultando a la camarera, que les daba voces.
Nos pedimos un mosto y una cocacola, respectivamente e intentamos hablar para la entrevista.
A todo esto, a la camarera se le cayó la bandeja y casi nos pringa con la bebida.

Tras éstas peripecias todo se redujo a lo siguiente: éste hombre era de una consultora y le interesaba mi perfil para pasárselo a Accenture, así que si yo estaba interesado, iba a «La Finca» el viernes para que ellos me ratificaran.
Estaría 6 meses subcontratado con ellos y después pasaría a la plantilla de Accenture, así que me pareció interesante.

Me rogó que le avisase si encontraba otro trabajo y nos despedimos.

Y os preguntaréis… ¿qué relación tiene con la entrevista anterior? todo se sabra…

(Continuará)

Entrevista con título de película de Tim Burton

By , 20 abril, 2010

Continúo mi anterior post:
Tras salir del edificio equivocado y localizar el correcto (me suena que era el 5), me metí llegando «solo» 5 minutos tarde :-/ (véase puntualidad).
Subo al piso, llamo al timbre y.. ¿qué me encuentro?
Un tío delgadísimo y alto.
Pálido como un folio. No es coña, creo que nunca he visto a alguien tan pálido. Puede que fuera albino.
Con pelo largo y barba bien arreglada.
Con una camiseta heavy de una calavera con un ojo colgando.
Así que lo primero que pienso: Me he vuelto a equivocar.
-¿Es aquí donde me iban a hacer una entrevista?
-Si, si. Aquí es.

Tenía la voz completamente aflautada. Tanto que me tuve que contener la sonrisa.

Me dijo que necesitaba a alguien con un año de experiencia (lo cumplia), de java (lo cumplía) y con ganas de trabajar en el sector videojuegos (me hacían los ojos chiribitas solo de pensarlo).
El proyecto era para manejar codificaciones comprimidas. Ahí casi salto de la silla, porque la práctica final de java de la facultad fue justo con ese tema. De hecho, le comenté un par de cosas que había hecho y código que yo ya tenía desarrollado y las chiribitas le salieron a él.

-Eres la persona perfecta para el puesto.
-Entonces… ¿Me cogéis?
-No, no va a poder ser. Me han dicho que buscan un becario que no cobre (y tu ya tienes experiencia) o un jefe de equipo (y no tienes la suficiente experiencia para ello).
-Peroooo, has leído mi curriculum, ¿no? Es decir, tu ya sabías que no te valía para el puesto
-Ya, pero era para que se den cuenta mis jefes del error que están cometiendo
-Pero si se dan cuenta del error, es posible que luego me llaméis, ¿no?
-No lo creo posible

Y con la cara de gilipollas que se me quedó, se despidió de mi y yo volví para casa asumiendo lo que me había pasado.
Por cierto, después de verme como un pulpo en un garaje, él de heavy y yo de traje, decidí no volver a ir con chaqueta y corbata a las entrevistas, salvo que fuese imprescindible.
Más o menos lo mantengo a día de hoy.

Entrevista con título de película porno

By , 14 abril, 2010

Octubre de 2004

La película sería «Fui a por trabajo y me comieron lo de abajo«. No, no llegó a pasar eso, pero estuvo cerca…

Tenía una entrevista de trabajo en un edificio de Plaza Castilla.
Fui con traje y corbata (es de esa época en que aún iba trajeado a las entrevistas). La cosa es que el edificio era un normal, de viviendas, y la empresa estaba en una vivienda habilitada como oficina.

El problema es que el edificio no tenía puestos el número en el portal, y yo ya estaba llegando tarde. Empecé a ponerme nervioso y elegí uno de los edificios por descarte.

Subí convencido y llamé a la puerta que se suponía que era.
Me abrió una chica del este, rubia y guapísima, cubriéndose con una especie de chal. La abrió diréctamente, sin cadena ni nada y de par en par para que entrase.
Mi cara debió ser un poema, porque ella cerró un poco la puerta.

Le pregunté si ahí esperaban a alguien para hacerle una entrevista y ella, extrañada, se medió dentro, habló en su idioma con una compañera y se asomó con un «no, te has equivocado». Me cerró en las narices.

Así que salí del edificio para descubrir cual era de verdad el que era el mío y con la duda de si esa casa era un piso compartido normal o lo que mi mente calenturienta me decía a gritos…

Por cierto, el próximo día os cuento la entrevista, porque también fue algo surrealista.
En resumen, ese día me volví para casa con la duda de si estas cosas les pasarían a todos y se las callaban o era yo el que atrae a la gente rara.

PD: Me he dado cuenta de lo dificil que es encontrar en google la foto de una mujer con camisón sin ser pornográfica!!!!! al final, he optado por Elsita Pataky, que siempre queda bien y sube las visitas

Curriculum, mentiras y entrevistas cortas

By , 7 abril, 2010

Mayo de 2005

Tengo la costumbre de no mentir en mis curriculum
Siempre tengo la impresión de que si falseo los datos o me invento un poquito más de lo que sé, me pillarán.

pinocho
De hecho, creo que lo hice una sola vez, y como mentir se me da fatal, me pillaron (y obviamente, no me cogieron, con toda la razón).

Fue tan simple como decir que sabía programar en un lenguaje que no hacía falta para el puesto (lo hice por aparentar que sabía un poquito más) y fue tan penoso que no me salía el nombre del lenguaje que en teoría conocía…

Esto es para una de las entrevistas más cortas que me han hecho nunca (subcontratado por una cárnica, para Soluziona, que hacía un proyecto para Amena):
-¿Tienes experiencia profunda en java?
-Durante la carrera y en mi primer puesto estuve trabajando con java, pero hace más de un año que no escribo una línea de código.
-¿Sabes Sockets?
-No. En un curso nos hablaron de los sockets, pero ni siquiera al profesor le salió la práctica, así que no entendimos ni de qué iban
-Humm… ¿Sabes hilos?
-No. En el mismo curso nos hablaron de los hilos. Nos limitamos a copiar el código que nos pasó el profesor y ejecutarlo, pero no entendimos ni papa. Sé lo básico para saber que tienen su parte complicada.
-Joder, pues no me sirves (lo dijo mosqueado).
-Lo entiendo.
-Este es un puesto para montar sockets sobre hilos, y yo no sé java, así que no tendrías ayuda extra para programar, así que no vales para este puesto. No sé ni para qué has venido.
-Entiendo que no te sirva para el puesto. ¡yo no te he mentido en mi C.V. ni en la entrevista! ¿qué quieres que te diga?

Me dio la mano y casi me alegré de no valer para la empresa. El tío me pareció un amargado, y me daba miedo que fuese mi jefe.

Al día siguiente a las 12:00 me llamaron: «Carlos, enhorabuena, te han cogido».
Mi estancia en la empresa fue de lo peor que recuerdo, pero eso será otra historia y será contada en otra ocasión.

Entrevista en el bar de un hotel

By , 24 febrero, 2010

Noviembre de 2008
He tenido dos entrevistas en un bar.

Supongo que mucha gente ha hecho entrevistas en bares, pero también supongo que esta gente iba a ser camarero, no un programador.

Me llamaron de una entrevista. Ya que yo curraba hasta las 18:00 y trabajaba lejos (en el tunel de la muerte, os recuerdo), las entrevistas a las que podía ir eran a horas intempestivas.

Esta entrevista iba a ser pasadas las 20:00. Me daba mal rollito que una empresa a las 20:00 tuviese gente trabajando, pero ellos me dijeron que sería en un hotel NH, cerca de Plaza Castilla.

Cerveza

Imaginé que sería en una sala habilitada para el tema. Llegaron dos hombres de unos 35 años, con traje y corbata, y nos dirigimos al bar/cafetería del NH.

El sitio era muy pijito y los sillones de cuero comodísimos, pero no me parecía muy serio hacer una entrevista así.

Me preguntaron qué quería tomar (¿?). Obviamente no iba a tomar nada de alcohol en una entrevista, así que opté por un aséptico mosto

(sí, no me gusta la cerveza y bebo mosto, ¿algún problema?)

Ellos se pidieron DOS TANQUES DE CERVEZA y nos pusieron unos canapés para picar.

Les debí de caer bien y les di pena, o les caí muy mal y querían largarme. La cosa es que tras unos minutos de charla, fueron 100% sinceros y me pusieron muy mal el trabajo:

Iba a estar yo solo en un sótano con una ventana minúscula, resolviendo incidencias y demás marrones. El sueldo no era malo, pero calculé 3 meses hasta coger una depresión.

Cubata
Entonces pidieron la segunda ronda y diréctamente se pidieron dos cubatas. Si, como suena.
Y aquí pensé yo, que no quería ya ese trabajo, pero que podía hacer la increible chulería y ME PEDÍ UN CUBATA PARA MÍ!!!

Obviamente, con un cubata no nos emborrachamos, pero una de las cosas que recuerdo es todos descojonándonos:

-¡Ja, ja, ja! bueno, Carlos, ¿te interesa el trabajo?

-¿En un sótano resolviendo marrones? NI-DE-COÑA (Sic.)

-¡Ja, ja, ja! cómo lo sabía, tío, cómo lo sabía.

La cosa es que les dejé pidiéndose un segundo cubata, volviendo para casa algo mareado (un cubata tras 6 horas sin comer algo afecta), y pensando que mis padres se iban a extrañar de ver a su hijo volver de una entrevista oliendo a alcohol.

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (y V)

By , 3 febrero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

Por fin acabo la historia de la super-entrevista, con final apoteósico.

Estaba esperando (con mi sudadera del DIA, que no se os olvide) a que acabase la chica a la que estaba entrevistando el psicólogo.
Entonces, se abrió la puerta y salió la chica, llorando a moco tendido, berreando y casi sin respiración.


La recepcionista (que ya os dije que era un encanto de mujer) rápido fue a consolarla. Fue con ella al baño para que no le viéramos llorar y ya se tranquilizó.
Yo me quedé a cuadros. ¿Qué clase de animal iba a encontrarme dentro de la sala?
Y entonces entré en mi última (esta sí) entrevista en la empresa.
El psicólogo, un hombre mayor, con pinta de amargado y de haber follado muy poco, miró con desprecio mi sudadera del DIA, y me recibió con estas palabras (especialmente seco y borde):
Aquí estamos buscando una persona que cumpla unos requisitos. PUNTO. Y si usted no cumple los requisitos, no nos interesa. No significa que usted sea peor o mejor, es que no nos interesa. ¿Ha quedado claro?«.
Y mentalmente escuche un «Gong» dentro de mi cabeza. PRIMER ASALTO!!!!!


Le contesté: «No tengo ningún problema si no soy el indicado para el puesto, siempre que se me hable con educación y respeto, ya que EXIJO el mismo respeto que con el que yo hablo»



No recuerdo exáctamente las preguntas que me hizo. Digamos que yo había asumido que no entraba ahí ni de coña, así que decidí vengar a la chica que habían hecho llorar.
Básicamente, concebía cada pregunta suya como una agresión y contestaba con la misma violencia.
Os voy a poner un ejemplo de una pregunta que si que recuerdo:
Psicólo amargado: «¿Qué piensan tus amigos de tí?»
Carlos en modo «soy guay»: «Piensan que soy el mejor en todo lo que hago«

Tras 5 minutos INTENSOS de toma y daca, acabó con un: «Creo que ya no tengo más preguntas»
Le contesté: «Pues hala, hasta luego«.



Salí de la sala con la cabeza bien alta, mi sudadera cutre y con mi camisa mojada en una bolsa del DIA. Me despedí de la recepcionista y le di las gracias por dejarme la ropa y me fui para casa pensando en las ganas que tenía de un brasero y una taza de leche con Nesquick calentita.



Por la rama que estudié en la carrera (matemáticas computacionales) estaba más orientado a ese trabajo que la mayoría de compañeros de carrera que hacían la entrevista.

Conozco a varios compañeros de la facultad que hicieron la entrevista, y a todos les cogieron.


Por cierto, por si alguien tiene la más mínima duda: NO, NO ME COGIERON.

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (IV)

By , 27 enero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

La chica de RRHH (bueno, vale ya de llamarle chica, que pasaba de 32 tacos) me dijo que cerca había una tienda de camisas, que podía comprar algo para estar presentable ante el psicólogo.
Bajé (si, con la rebequita de punto, que no se os olvide) y fuí a la tienda que decían. Por cierto, fuera hacía un sol de justicia.
Ups, estaba cerrada. Eso sí: MENOS MAL!!!! La tía pija me había mandado a una tienda pichi. Estamos hablando de camisas de 50€ para alguien que buscaba su primer trabajo.
Estuve mirando y no vi ninguna tienda. Lo único que vi, fue un DIA. Pensé que lo mismo vendían allí camisas (obviamente, de las malas). Pero no.
Lo único que vendían para taparme eran sudaderas. De 6 euros (aún no se cumplía el año de la implementación del euro). La compré y me la puse. ¡¡¡Ya no estaba desnudo!!! ¡¡¡Tenía una sudadera de 6€!!!
Y me fuí tan contento a realizar la entrevista. Os lo creáis o no, aún tenía esperanzas en que me cogieran en la empresa.
Subí arriba y me encontré con un compañero de la facultad. Ahí me di cuenta del aspecto REAL que yo presentaba.
Él estaba impecable, con camisita blanca, chaqueta, corbata y unos zapatos que deslumbraban de brillantes.
Yo estaba con el pelo asqueroso, revuelto y pegado, unos zapatos mojados y deformados, pantalones llenos de barro y mi impagable sudadera del DIA.
Ahí por primera vez me empecé a plantear que la entrevista no iba bien.
Ya me arrepentía de no haber aplazado la entrevista, solo tenía ganas de pegarme una ducha y estar durmiendo hasta el día siguiente.

Y entonces, ví algo que cambió radicalmente el curso de toda la historia.

Asumí algo que sería un clásico a partir de entonces en muchas de mis entrevistas: asumí que hay miles de empresas. Que cierran muchísimas y se crean muchísimas más, y que aunque la vida da muchas vueltas, si me dejaba joder en la entrevista, me joderían vivo en el trabajo posterior.
En mi próximo post cierro (por fín) la historia y os cuento por qué entré afilando el machete a la última entrevista con el psicólogo. La sangre salpicó las paredes.

PD: Mañana publico la foto de LA MÍTICA SUDADERA que 7 años después AÚN CONSERVO!!!!

Continúa aquí

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (III)

By , 20 enero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

Si, continúa. Y queda bastante, ojo.
Tras los psicotécnicos me llevaron ante el que sería jefe de mi jefe.

Un hombre trajeado, con gesto serio y pinta de no dejar pasar una. Ya le habían puesto en antecedentes, así que según entré… el tío se estuvo descojonando de mí 10 minutos o así.
Me comparó con su hijo y dijo que los jóvenes éramos algo inconscientes y que pasábamos de los consejos paternos. Por el tono paternal en que me decía esto, yo ya sabía que este tío estaba de mi lado, así que me relajé bastante.

Luego, él me contó que estas cosas nos pasan a todos:
En su primera entrevista, se le rajó el pantalón dejándole todo el culo al aire. Se tuvo que cubrir con la chaqueta durante la entrevista y no, no le cogieron.

Con esto, me tranquilizó bastante. Cuando nos pusimos a charlar sobre cosas técnicas, vio que le casaba en su perfíl (buscaban a licenciados sin experiencia, no era dificil) y nos despedimos.

Fin de la traumática entrevista.

¿o no?

Pues no :'(

Marv bajo la nieve

Me encaminaba a la puerta cuando la chica de RRHH me dijo que podía hacer la entrevista con el psicólogo.
NUNCA habían hecho las tres entrevistas en un mismo día, pero ya que había tiempo…

Lo primero de todo: ¿tres entrevistas? ¿pero para qué es el puesto? ¿ingeniero para la NASA? amos, no me jodas.

Lo segundo: ¿NUNCA hacéis las tres el mismo día? ¿Queréis tener tema para descojonaros durante la comida durante los próximos años?

Lo lógico habría sido decirle a la entrevistadora que aplazásemos la entrevista, pero ¡NO! decidí que un poco de lluvia no iba a joder mis planes.

Si, la frase de arriba TAMBIÉN es copypaste del anterior post y del anterior. Pero sigue siendo igualmente válida.

Sigue aquí

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (II)

By , 14 enero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

No sé por qué, daba por supuesto que en el baño tendrían alguna toalla para las manos. Me equivocaba.

Así que escurrí como pude el agua de mi pelo y me malpeiné con las manos, intentando modelar la maraña que tenía. Lo de la camisa, tenía peor arreglo. Y los zapatos… fuí asumiendo que podría tirarlos a la basura en cuanto llegase a casa.

La recepcionista (que todo sea dicho, era una persona encantadora), se puso en plan «mami»: Todo el rato me estuvo hablando en términos de «cielo», «niño», etc. Lo hacía con su buena intención, pero no hacía sino aumentar mi humillación.

Trae al tarado

Me obligó a quitarme la camisa, por miedo a que pillase una pulmonía. Para no ir desnudo por la oficina, me dejó una rebequita de punto que tenía ella.

Como por volumen yo era así como el doble que ella, no podía abrocharla, además de quedarme justa. El resultado es que parecía salido de una peli sadomaso de saldo.

Y se esta guisa fuí a hacer el test psicotécnico: Medio desnudo, tiritando de frío y aguantando la cara de marcianos que me ponían mis compañeros de aula, que hacían el mismo psicotécnico que yo.

Tal vez fueran las ganas de irme, pero acabé los test antes del tiempo marcado y sin pocos fallos, así que la chica de R.R.H.H. me dijo que podía hacer la entrevista con el técnico que iba a determinar si valía para el puesto en cuanto a conocimientos.
Por cierto: Normalmente, esta entrevista la hacían al día siguiente de los psicotécnicos.

Lo lógico habría sido decirle a la entrevistadora que aplazásemos la entrevista, pero ¡NO! decidí que un poco de lluvia no iba a joder mis planes.

PD: Si, la frase de arriba es copypaste del anterior post. Pero sigue siendo igualmente válida.

PDD: Por petición de una compañera, meto más tabulado entre los párrafos.

Sigué aquí

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (I)

By , 8 enero, 2010

Octubre de 2003.

La primera historia que quería contar, fue una de mis primeras entrevistas. Es de esas cosas que cuando acaba el día y echas cuentas, te das cuenta de que no puedes morir sin publicarlo en algún lado.

La llamo «Segundo diluvio universal» porque el primero fue mi primera entrevista, de la cual ya hablaré más adelante.

Estaba de viaje en Southhamptom y volvía muy contento a España, porque al día siguiente tenía mi segunda entrevista. Era de una empresa que solía coger bastantes matemáticos, así que tenía grandes esperanzas de conseguir trabajo.
Durante mi estancia de 7 días en Inglaterra no había llovido ningún día.
¿Qué tiene esto de anecdótico?
Pues que salí del metro, con mi corbata y camisita (se me había olvidado la chaqueta en casa) y me encontré con el puto diluvio universal.
No estoy exagerando: No es que se me mojasen los zapatos, es que estaba metiendo los pies dentro del agua hasta los tobillos!!!!Marv Bajo la lluvia
En un momento de lluvia intensa, me metí dentro de un garaje mecánico. El mecánico que había dentro (unos 40 años) me miró y se estuvo descojonando un buen rato. Creo que dijo un «Chico, te vas a poner malo».

Finalmente, pude encontrar la calle y entré en el lugar.

El pelo chorreando agua, la camisa completamente transparente (marcando pezones), los zapatos para tirar y tiritando.
Me encontré dentro con una compañera de la facultad. Muy mona vestida ella y completamente seca (es lo que tienen los paraguas).

Llegó la chica de R.R.H.H. y nos saludó. No recuérdo exáctamente cómo, pero la hija de puta de mi compañera me metió una puya delante de la chica para ganar puntos (algo del estilo «soy muy previsora y por eso llevaba paraguas».

La chica de R.R.H.H. me dijo que no me preocupase por lo de estar mojado, aunque estoy seguro de que se estaba mordiendo el labio para que no se le escapase la risa.

Lo lógico habría sido decirle a la entrevistadora que aplazásemos la entrevista, pero ¡NO! decidí que un poco de lluvia no iba a joder mis planes.
Seguramente por eso, al ironía del destino me fue preparando nuevas putaditas para la entrevista.

PD: No he podido encontrar ninguna foto de alguien empapado que no fuese de un concurso de «Camisetas mojadas», así que meto una de lo último decente que dibujó Frank Miller.

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