Category: anecdotas

Cómo NO se ofrece trabajo.

By , 17 febrero, 2010

Abril de 2007

Tras la laaaarga serie anterior, relatando la entrevista más infernal de mi vida, voy a contar una entrevista más resumida.

De hecho, la podríamos llamar la NO-entrevista.

Estaba buscando cambiar de trabajo con lo que conlleva eso: alud de CV enviados a infojobs, decenas de empresas que te llaman, decenas de entrevistas que te hacen y donde «ya te llamarán«.
Iba hacia la estación de tren, atravesando el tunel de la muerte, cuando me llamaron por el movil (llamada oculta).

Ira al telefono
-Hola, ¿Carlos? nos interesas, ¿puedes hacer una entrevista el próximo lunes?

-Si, pero me pillas que no puedo apuntar nada. ¿Puedes mandarme un correo con los datos de la empresa y la hora de la entrevista?

-No hace falta. Recuerdas que es a las 20:00 y la empresa se llama XXXXXXX. Lo buscas en internet y en nuestra web dice dónde estamos.

Ya me llamó la atención.
Joder, ¿No se molesta ni en mandarme un correo? Si es así como captan gente ¿Cómo me van a tratar entonces si entro en la empresa?

-Ok, pues mándame por email el nombre de vuestra web, por si se me olvida.
Entonces me contestó, especialmente borde:
-No tengo por qué mandártelo. ES MUY FACIL: XXXXXXX

Ahí decidí que no quería trabajar con ellos. Le dije que nos veríamos y al llegar a mi casa, me olvidé completamente del asunto.
A lo largo de la semana, me acordé, pero no recordaba el nombre de la puta empresa, ni tenía forma de contactar con el tipo. El lunes me estaba tomando un café con mi amigo David cuando me llamaron al movil a las 20:30 (llamada oculta, again):

-HOLA, Carlos. No sé si recordarás que tenías una entrevista.

Y como estaba con ganas de armarla, le dije:
-Si, verás. Es que se me olvidó el nombre de tu empresa. Y como no tenía tu teléfono (me llamaste con llamada oculta, ¿recuerdas?), ni tu email, no pude avisarte.

-Ok. Entonces lo dejamos para la semana que viene a la misma hora.

-Muy bien ¿Puedes mandarme un correo con los datos de la empresa y la hora de la entrevista?

-NO HACE FALTA. APUNTA: XXXXXXX

-Uf, es que no tengo dónde apuntar ahora (para mí que se empezó a oler que le estaba vacilando)

-Oye, ¿de verdad te interesa el trabajo?

-Muchíííííííííísimo, en serio. Solo que si no sé dónde es la entrevista, no voy a poder ir.

-Muy bien, ¿tienes para apuntar?

-Mira, he conseguido un boli.

-Pues apunta: la empresa se llama XXXXXXX

-Perfecto. Busco la dirección en internet y el lunes que viene a las 20:00 estoy allí.

El lunes siguiente, cuando no me presenté a la entrevista, ni me llamó.

Por cierto, esto fue más o menos en 2007 y AÚN RECUERDO EL NOMBRE DE LA PUTA EMPRESA!!!!!!!!

EPILOGO:
Cuando un par de años más tarde me llamó una chica majísima de la empresa XXXXXXX para que hiciera una entrevista, le dije que tras el trato que tuve con esta persona, no me apetecía mucho.
Ella se rió y me explicó que esa persona ya no trabajaba allí desde hace tiempo. Con todo, en ese momento estaba trabajando y no tenía ganas de cambio, así que le dije que no.

El Tunel de la Muerte

By , 10 febrero, 2010

Finales de 2006, principios de 2007.

Haciendo una parada entre entrevistas, os voy a narrar algo que fue habitual en mi curro durante meses.
Tenía que trabajar para Vodafone, (subcontratado por una empresa cárnica, claro, no directamente).
Para ir al trabajo, me bajaba en la estación de Fuencarral. A unos 300 metros del trabajo. 300 metros EN LINEA RECTA.
La putadita es que entre el trabajo y el andén, había 60-70 metros de vías y al final, un muro. Vamos, que no se podía pasar.

La cosa es que había dos alternativas: coger un autobús o ir dando un pequeño rodeo.
El autobús tardaaaaaaaba en llegar. Daba una vuelta increíble y además, pillaba un atasco brutal todos los días. Era agobiante.
Así que usábamos la ruta «ALTERNATIVA». Cruzando el túnel de Fuencarral.

Lo primero, uno iba caminando por una acera y tenía que desviarse por un camino de tierra, con rastrojos a los lados y chabolas a la izquierda.
Para que os hagáis una idea: El primer día me encontré con 4-5 mujeres de 40 años o así con malas pintas, junto a un coche (un R-5) quemado en uno de los laterales, y con todo rodeado de basura y chatarra por todos los lados.
Cuando uno creía que se había acabado el camino, se llegaba AL TÚNEL.

Tunel

El túnel lo formaba una antigua carretera que pasaba bajo la vía del tren. Actualmente estaba bloqueado con una PIEDRA (sí, sí, un «meño» de 200 kgr, nada de topes de cemento).
Años de abandono hacían que estuviese lleno de basura que quedaba oculta por la capa de polvo de años y años.
Eran bien a gusto 200 metros SIN NINGÚN TIPO DE ILUMINACIÓN. Todos llevábamos nuestras linternas al trabajo para la vuelta, que a las 18:00 ya es de noche.

Alguna vez me quedé sin pilas a la mitad, así que usé la iluminación del movil, rezando por no meter la pierna en un agujero infecto lleno de hierros oxidados.
Además de linterna, yo llevaba un paquete de toallitas para limpiarme los zapatos a la salida, que quedaban completamente grises del polvo.

Las anéctodas referentes a sustos, malos rollos, etc en el túnel son interminables, aunque todas muy parecidas.

Destacaría el día que de vuelta, a la salida había obras con un foco que nos enfocaba diréctamente con intensidad. Como todo estaba embarrado, a oscuras y con el foco brillante ¡¡¡parecía completamente Mordor!!!!!

Supongo que la gente pensará que estoy vacilándolos. Que en pleno siglo XXI en Madrid no podría darse esta circunstancia.
Tras contaros todo esto, estáis preparados para conocer el viaje.
Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo un vídeo con lo que era el túnel:

OJO: esto es por la mañana. Imaginaos lo mismo en invierno, a las 19:00, noche cerrada y lloviendo.
Acojona, ¿eh?

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (y V)

By , 3 febrero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

Por fin acabo la historia de la super-entrevista, con final apoteósico.

Estaba esperando (con mi sudadera del DIA, que no se os olvide) a que acabase la chica a la que estaba entrevistando el psicólogo.
Entonces, se abrió la puerta y salió la chica, llorando a moco tendido, berreando y casi sin respiración.


La recepcionista (que ya os dije que era un encanto de mujer) rápido fue a consolarla. Fue con ella al baño para que no le viéramos llorar y ya se tranquilizó.
Yo me quedé a cuadros. ¿Qué clase de animal iba a encontrarme dentro de la sala?
Y entonces entré en mi última (esta sí) entrevista en la empresa.
El psicólogo, un hombre mayor, con pinta de amargado y de haber follado muy poco, miró con desprecio mi sudadera del DIA, y me recibió con estas palabras (especialmente seco y borde):
Aquí estamos buscando una persona que cumpla unos requisitos. PUNTO. Y si usted no cumple los requisitos, no nos interesa. No significa que usted sea peor o mejor, es que no nos interesa. ¿Ha quedado claro?«.
Y mentalmente escuche un «Gong» dentro de mi cabeza. PRIMER ASALTO!!!!!


Le contesté: «No tengo ningún problema si no soy el indicado para el puesto, siempre que se me hable con educación y respeto, ya que EXIJO el mismo respeto que con el que yo hablo»



No recuerdo exáctamente las preguntas que me hizo. Digamos que yo había asumido que no entraba ahí ni de coña, así que decidí vengar a la chica que habían hecho llorar.
Básicamente, concebía cada pregunta suya como una agresión y contestaba con la misma violencia.
Os voy a poner un ejemplo de una pregunta que si que recuerdo:
Psicólo amargado: «¿Qué piensan tus amigos de tí?»
Carlos en modo «soy guay»: «Piensan que soy el mejor en todo lo que hago«

Tras 5 minutos INTENSOS de toma y daca, acabó con un: «Creo que ya no tengo más preguntas»
Le contesté: «Pues hala, hasta luego«.



Salí de la sala con la cabeza bien alta, mi sudadera cutre y con mi camisa mojada en una bolsa del DIA. Me despedí de la recepcionista y le di las gracias por dejarme la ropa y me fui para casa pensando en las ganas que tenía de un brasero y una taza de leche con Nesquick calentita.



Por la rama que estudié en la carrera (matemáticas computacionales) estaba más orientado a ese trabajo que la mayoría de compañeros de carrera que hacían la entrevista.

Conozco a varios compañeros de la facultad que hicieron la entrevista, y a todos les cogieron.


Por cierto, por si alguien tiene la más mínima duda: NO, NO ME COGIERON.

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (IV)

By , 27 enero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

La chica de RRHH (bueno, vale ya de llamarle chica, que pasaba de 32 tacos) me dijo que cerca había una tienda de camisas, que podía comprar algo para estar presentable ante el psicólogo.
Bajé (si, con la rebequita de punto, que no se os olvide) y fuí a la tienda que decían. Por cierto, fuera hacía un sol de justicia.
Ups, estaba cerrada. Eso sí: MENOS MAL!!!! La tía pija me había mandado a una tienda pichi. Estamos hablando de camisas de 50€ para alguien que buscaba su primer trabajo.
Estuve mirando y no vi ninguna tienda. Lo único que vi, fue un DIA. Pensé que lo mismo vendían allí camisas (obviamente, de las malas). Pero no.
Lo único que vendían para taparme eran sudaderas. De 6 euros (aún no se cumplía el año de la implementación del euro). La compré y me la puse. ¡¡¡Ya no estaba desnudo!!! ¡¡¡Tenía una sudadera de 6€!!!
Y me fuí tan contento a realizar la entrevista. Os lo creáis o no, aún tenía esperanzas en que me cogieran en la empresa.
Subí arriba y me encontré con un compañero de la facultad. Ahí me di cuenta del aspecto REAL que yo presentaba.
Él estaba impecable, con camisita blanca, chaqueta, corbata y unos zapatos que deslumbraban de brillantes.
Yo estaba con el pelo asqueroso, revuelto y pegado, unos zapatos mojados y deformados, pantalones llenos de barro y mi impagable sudadera del DIA.
Ahí por primera vez me empecé a plantear que la entrevista no iba bien.
Ya me arrepentía de no haber aplazado la entrevista, solo tenía ganas de pegarme una ducha y estar durmiendo hasta el día siguiente.

Y entonces, ví algo que cambió radicalmente el curso de toda la historia.

Asumí algo que sería un clásico a partir de entonces en muchas de mis entrevistas: asumí que hay miles de empresas. Que cierran muchísimas y se crean muchísimas más, y que aunque la vida da muchas vueltas, si me dejaba joder en la entrevista, me joderían vivo en el trabajo posterior.
En mi próximo post cierro (por fín) la historia y os cuento por qué entré afilando el machete a la última entrevista con el psicólogo. La sangre salpicó las paredes.

PD: Mañana publico la foto de LA MÍTICA SUDADERA que 7 años después AÚN CONSERVO!!!!

Continúa aquí

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (III)

By , 20 enero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

Si, continúa. Y queda bastante, ojo.
Tras los psicotécnicos me llevaron ante el que sería jefe de mi jefe.

Un hombre trajeado, con gesto serio y pinta de no dejar pasar una. Ya le habían puesto en antecedentes, así que según entré… el tío se estuvo descojonando de mí 10 minutos o así.
Me comparó con su hijo y dijo que los jóvenes éramos algo inconscientes y que pasábamos de los consejos paternos. Por el tono paternal en que me decía esto, yo ya sabía que este tío estaba de mi lado, así que me relajé bastante.

Luego, él me contó que estas cosas nos pasan a todos:
En su primera entrevista, se le rajó el pantalón dejándole todo el culo al aire. Se tuvo que cubrir con la chaqueta durante la entrevista y no, no le cogieron.

Con esto, me tranquilizó bastante. Cuando nos pusimos a charlar sobre cosas técnicas, vio que le casaba en su perfíl (buscaban a licenciados sin experiencia, no era dificil) y nos despedimos.

Fin de la traumática entrevista.

¿o no?

Pues no :'(

Marv bajo la nieve

Me encaminaba a la puerta cuando la chica de RRHH me dijo que podía hacer la entrevista con el psicólogo.
NUNCA habían hecho las tres entrevistas en un mismo día, pero ya que había tiempo…

Lo primero de todo: ¿tres entrevistas? ¿pero para qué es el puesto? ¿ingeniero para la NASA? amos, no me jodas.

Lo segundo: ¿NUNCA hacéis las tres el mismo día? ¿Queréis tener tema para descojonaros durante la comida durante los próximos años?

Lo lógico habría sido decirle a la entrevistadora que aplazásemos la entrevista, pero ¡NO! decidí que un poco de lluvia no iba a joder mis planes.

Si, la frase de arriba TAMBIÉN es copypaste del anterior post y del anterior. Pero sigue siendo igualmente válida.

Sigue aquí

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (II)

By , 14 enero, 2010

(empieza la historia completa aquí)

No sé por qué, daba por supuesto que en el baño tendrían alguna toalla para las manos. Me equivocaba.

Así que escurrí como pude el agua de mi pelo y me malpeiné con las manos, intentando modelar la maraña que tenía. Lo de la camisa, tenía peor arreglo. Y los zapatos… fuí asumiendo que podría tirarlos a la basura en cuanto llegase a casa.

La recepcionista (que todo sea dicho, era una persona encantadora), se puso en plan «mami»: Todo el rato me estuvo hablando en términos de «cielo», «niño», etc. Lo hacía con su buena intención, pero no hacía sino aumentar mi humillación.

Trae al tarado

Me obligó a quitarme la camisa, por miedo a que pillase una pulmonía. Para no ir desnudo por la oficina, me dejó una rebequita de punto que tenía ella.

Como por volumen yo era así como el doble que ella, no podía abrocharla, además de quedarme justa. El resultado es que parecía salido de una peli sadomaso de saldo.

Y se esta guisa fuí a hacer el test psicotécnico: Medio desnudo, tiritando de frío y aguantando la cara de marcianos que me ponían mis compañeros de aula, que hacían el mismo psicotécnico que yo.

Tal vez fueran las ganas de irme, pero acabé los test antes del tiempo marcado y sin pocos fallos, así que la chica de R.R.H.H. me dijo que podía hacer la entrevista con el técnico que iba a determinar si valía para el puesto en cuanto a conocimientos.
Por cierto: Normalmente, esta entrevista la hacían al día siguiente de los psicotécnicos.

Lo lógico habría sido decirle a la entrevistadora que aplazásemos la entrevista, pero ¡NO! decidí que un poco de lluvia no iba a joder mis planes.

PD: Si, la frase de arriba es copypaste del anterior post. Pero sigue siendo igualmente válida.

PDD: Por petición de una compañera, meto más tabulado entre los párrafos.

Sigué aquí

El segundo gran diluvio y entrevista al desnudo (I)

By , 8 enero, 2010

Octubre de 2003.

La primera historia que quería contar, fue una de mis primeras entrevistas. Es de esas cosas que cuando acaba el día y echas cuentas, te das cuenta de que no puedes morir sin publicarlo en algún lado.

La llamo «Segundo diluvio universal» porque el primero fue mi primera entrevista, de la cual ya hablaré más adelante.

Estaba de viaje en Southhamptom y volvía muy contento a España, porque al día siguiente tenía mi segunda entrevista. Era de una empresa que solía coger bastantes matemáticos, así que tenía grandes esperanzas de conseguir trabajo.
Durante mi estancia de 7 días en Inglaterra no había llovido ningún día.
¿Qué tiene esto de anecdótico?
Pues que salí del metro, con mi corbata y camisita (se me había olvidado la chaqueta en casa) y me encontré con el puto diluvio universal.
No estoy exagerando: No es que se me mojasen los zapatos, es que estaba metiendo los pies dentro del agua hasta los tobillos!!!!Marv Bajo la lluvia
En un momento de lluvia intensa, me metí dentro de un garaje mecánico. El mecánico que había dentro (unos 40 años) me miró y se estuvo descojonando un buen rato. Creo que dijo un «Chico, te vas a poner malo».

Finalmente, pude encontrar la calle y entré en el lugar.

El pelo chorreando agua, la camisa completamente transparente (marcando pezones), los zapatos para tirar y tiritando.
Me encontré dentro con una compañera de la facultad. Muy mona vestida ella y completamente seca (es lo que tienen los paraguas).

Llegó la chica de R.R.H.H. y nos saludó. No recuérdo exáctamente cómo, pero la hija de puta de mi compañera me metió una puya delante de la chica para ganar puntos (algo del estilo «soy muy previsora y por eso llevaba paraguas».

La chica de R.R.H.H. me dijo que no me preocupase por lo de estar mojado, aunque estoy seguro de que se estaba mordiendo el labio para que no se le escapase la risa.

Lo lógico habría sido decirle a la entrevistadora que aplazásemos la entrevista, pero ¡NO! decidí que un poco de lluvia no iba a joder mis planes.
Seguramente por eso, al ironía del destino me fue preparando nuevas putaditas para la entrevista.

PD: No he podido encontrar ninguna foto de alguien empapado que no fuese de un concurso de «Camisetas mojadas», así que meto una de lo último decente que dibujó Frank Miller.

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